Terapia Evolutiva
Transpersonal
ESTER TORRELLA
Medicina Tradicional de Occidente:
Espagiria y Alquimia
Introducción
Conocer nuestra verdadera esencia es una condición indispensable para recuperar las riendas y la responsabilidad de nuestra propia vida y poder ser dueños de nuestro destino.
Requiere estar dispuesto a cuestionar nuestras creencias, heredadas o aprendidas, acerca de quiénes somos. Solo así podremos acceder al conocimiento y la comprensión de nuestra verdadera identidad y de la función que hemos venido a desempeñar en el seno de la sociedad.
Es francamente habitual que, en un momento u otro del proceso, aparezca una resistencia a la hora de enfrentar la dictadura del ego, con la la que tan acostumbrados estamos a convivir y a la que hemos aprendido a obedecer sin cuestionar.
El sufrimiento que genera esta resistencia dificulta y obstaculiza el avance del proceso evolutivo personal.
Cuando esto sucede, el Remedio Espagírico, obtenido a partir del Método Alquímico, es el mejor aliado para desbloquear el proceso, aportando la energía y la conciencia necesaria para trascender este tedioso obstáculo.
La Espagiria y la Alquimia
El término Espagiria, deriva del griego spao, que significa separar y ageiro que significa reunir. Paracelso, médico alemán del Renacimiento, fue quien introdujo este concepto por primera vez.
Separar y reunir o solve et coagula en el lenguaje alquímico, es la base filosófica que sustenta el Método Alquímico.
A través de un proceso perfectamente ordenado, emulando las leyes de la naturaleza y respetando sus ritmos y sus ciclos, este método permite extraer, purificar y volver a reunir en una sola entidad los Tres Principios Esenciales que dan vida a todo lo creado (esenciales significa comunes a toda la creación).
Definiremos cada uno de estos tres principios haciendo referencia, por ejemplo, al reino vegetal:
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El Principio Identificativo (Azufre), es el que le da identidad terapéutica. Reside en sus aceites esenciales.
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El Principio Adaptativo (Mercurio), es el que activa los mecanismos de transmisión y circulación energética necesarios para mantener su ciclo vital. Reside en su alcohol.
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El Principio Formativo (Sal), es el que aporta la fuerza cohesiva, el soporte material que le da forma y por el que la planta puede ser reconocida y nombrada. Reside en sus sales bioinorgánicas.
Uno de los aforismos de la Medicina Tradicional Occidental afirma que “los semejantes son atraídos por los semejantes para curarse entre ellos”.
Esto significa que, cuando ingerimos un remedio espagírico, cada uno de los tres principios que lo conforma, será atraído por su correspondiente homólogo en nuestro cuerpo. De esta forma, la acción terapéutica será siempre inteligente y selectiva, sin gasto energético añadido.
En resumen:
La aplicación del método alquímico dota de una gran carga energética y de una dirección terapéutica al remedio espagírico. Una energía que los sistemas de regulación del organismo van a poder utilizar, de forma inteligente y sin necesidad de digestión previa, para mantener, recuperar o potenciar la salud perdida.
